Este es uno de esos platos tradicionales de cena, se prepara en un plis y está riquísimo, lo vamos a preparar con quesitos, pero podemos utilizar cualquier queso y le vamos a añadir un "microajo" que podríamos quitar tranquilamente. Para terminar la vamos a hacer de tres huevos, pero es que aunque no se aprecie, son pequeños, para una persona con dos huevos será suficiente. Vamos a ello.
Ingredientes:
- 3 huevos
- 2 quesitos
- un diente de ajo
- aceite de oliva
- sal
Lo primero que vamos a hacer es separar las claras de las yemas de los huevos, que colocaremos en dos boles distintos
Batimos las claras con "entusiasmo" para que queden esponjosas, no hace falta que sea, ni mucho menos, a punto de nieve, pero sí que cojan un poco de volumen. A parte batimos las yemas.
Picamos muy finito el ajo y los quesitos en taquitos pequeños, si utilizáramos otro tipo de queso sería bueno rallarlo para que se distribuya bien por toda la tortilla y que sea cremoso para que se funda la cuajar la tortilla. Ni que decir tiene que también se puede hacer de chorizo, de jamón serrano, de jamón de york, de bacón, bonito en escabeche, etc...
Ponemos en una sartén antiadherente un poco de aceite de oliva y esperamos a que se caliente, es importante que el aceite esté caliente, casi humeando y vertemos la mezcla, moviendo durante los primeros minutos para que se vaya cuajando.
Le damos forma con una espátula o una espumadera y le daremos la vuelta.
Es importante no hacer la tortilla demasiado para que se quede jugosa por dentro, aunque en este caso el queso le dará un jugosidad extra al fundirse con el calor, pero si la hacemos con otro relleno será bueno que no quede demasiado hecha, puede llegar a ser un ladrillo.
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