Esta es una de esas recetas fáciles con las que triunfamos seguro, gusta a todo el mundo y tiene un aspecto fenomenal. Lo podemos hacer con un pollo troceado (como hicimos con el pollo al chilindrón) o unas pechugas cortadas en dados grandes. o he elegido unos jamoncitos de pollo. Vamos a ello.
Ingredientes:
- 2 huevos grandes
- 8 jamoncitos de pollo
- Harina
- Aceite de oliva
- 2 cebollas medianas
- Una hoja de laurel
- 1 vaso de vino blanco
- 1/2 litro de caldo de pollo
- unas 12 almendras crudas y sin piel
- Dos rebanadas de pan tostado
- 3 ó 4 dientes de ajo
- Unas hebras de azafrán (opcional)
- Sal y pimienta
Para empezar vamos a poner a cocer los huevos en abundante agua durante unos 10 minutos, enfriaremos, pelaremos, separaremos las yemas de las claras y reservaremos.
A parte, salpimentamos el pollo y lo enharinamos.
A parte, salpimentamos el pollo y lo enharinamos.
En una cacerola con aceite de oliva los ponemos a dorar a fuego fuerte y reservamos.
En ese mismo aceite de dorar el pollo ponemos a pochar la cebolla cortada finita con la hoja de laurel y un poco de sal.
Una vez pochada la cebolla (unos 10 minutos a fuego suave) sin que llegue a dorarse, añadimos de nuevo los jamoncitos de pollo y mojamos con el vino blanco y el caldo de ave, subiendo el fuego a medio.
Mientras tanto, en un mortero, colocamos las almendras, los ajos, un poco de sal, las rebanadas de pan tostado y las hebras de azafrán.
Una vez majado todo añadimos las yemas de los huevos cocidos y machamos también.
Mezclamos todo con un poco de caldo de la cocción del pollo
Y lo vertemos todo en la cacerola donde estamos cocinando el pollo, mezclándolo todo bien.
Probar de sal y corregir si fuera necesario y dejar cocer durante aproximadamente unos 35 minutos.
Para terminar picamos las claras de los huevos y adornamos con ellas cada uno de los platos. También se puede espolvorear con perejil picado.
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