Siguiendo con las recetas del verano hoy vamos a hacer otro de los clásicos imprescindibles, de esas que gustan a todo el mundo, incluidos los cocineros, ya que se prepara todo en crudo, en muy poco tiempo y que además se puede tener preparado con anterioridad incluso de varios días, Vamos a ello.
- 1 kilo de tomates maduros
- 250 gr. de pepino
- 100 gr. de pimiento verde
- 1 diente de ajo
- 2 cucharadas de vinagre (30 ml)
- 180 ml aceite de oliva virgen
- 2 cucharaditas de sal (10 gr.)
- tomate
- cebolleta
- pan
- pepino
- pimiento verde
- todo ello cortado en dados pequeños.
Como todo es en crudo lo primero que haremos es lavar las verduras a conciencia y después, quitar los pedúnculos a los tomates y partirlos en trozos, pelar los pepinos y trocear y quitar las pepitas al pimiento. También pelamos el ajo.
Una vez hecho todo esto lo colocamos en la jarra de la batidora, lógicamente, da igual el orden...
Y trituramos...
Una vez licuado todo añadimos la sal, el aceite de oliva y el vinagre y mezclamos de nuevo todo bien, probamos y corregimos, dependerá del sabor y la acidez de los tomates.
Una vez terminado pasamos por un pasapurés para quitar las pieles y las pepitas de los tomates y la parte más fibrosa e la piel del pimiento.
Colocamos en una jarra y llevamos al frigorífico durante al menos 1 hora, si es más tiempo quedará mejor, hay que servirlo bastante frío.
Mientras tanto, cortamos en dados pequeños el pan, el tomate, el pepino, el pimiento verde y la cebolleta y lo colocamos en recipientes para que cada cual lo acompañe con lo que quiera.
Como veréis, hay quien se toma el gazpacho sin ningún acompañamientos, otros con todo y quien le gusta sin cebolla, por eso es mejor que cada quien se lo ponga a su gusto.
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