Este plato lo podemos preparar tanto en sartén como he terminado haciendo como en el horno. La salsa he triturado de forma que quede suave pero con textura. Es una receta fácil, rápida, sencilla y muy sabrosa, y de esas que encantan a los niños. Vamos a ello.
- Salchichas frescas
- una cebolla grande
- 3 dientes de ajo
- Un vaso de vino blanco seco
- una hoja de perejil
- un chorreón de caldo de ave
- aceite
- pimienta
- sal
En un chorreón de aceite de oliva, pochamos la cebolla y los ajos picados muy finos, aunque los vamos a triturar después será un triturado muy breve para mantener incluso algunos trozos.
Cuando empiece a pocharse la cebolla añadimos las salchichas que doraremos a fuego medio junto con una hoja de laurel. La cebolla debe estar casi cruda para que se poche al tiempo que se hacen las salchichas, sino se quemará la tostará demasiado.
Añadimos el vino blanco y dejamos evaporar el alcohol
Un minutito después añadimos el caldo de ave y dejamos cocer las salchichas a fuego medio durante unos 5 a 7 minutos separamos y reservamos.
Retiramos el laurel, colocamos la salsa en el vaso de la batidora y trituramos durante 15 segunditos para que se integre todo y sobre todo porque, como os decía antes, a los niños les gustará mucho más la salsa con aspecto de puré que el troceado de ajos y cebolla.
Si lo queréis hacer al horno es tan sencillo como poner todos los ingredientes en una bandeja de horno, colocando un poco más de caldo de ave y asarlas a 180º grados durante unos 15 a 20 minutos. Mientras pasamos la salsa ponemos las salchichas en una bandeja con el gratinador encendido para que tomen un bonito color dorado y servimos.
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