Personalmente las alitas es una de las partes que más me gustan del pollo, ya las he hecho al ajillo y en salsa de soja, y supongo que más adelante las seguiré haciendo de otras maneras, francamente de todas ellas quedan buenísimas. Las de hoy, adobadas y al horno, espero que os gusten.
Ingredientes:
- 12 Alitas de pollo
- Una cucharadita de pimentón agridulce
- Una cucharadita de tomillo
- Una cucharadita de romero
- Una cucharadita de orégano
- Una cucharadita de mejorana
- Una hoja de laurel
- Dos dientes de ajo
- Medio vaso de vino blanco
- Un chorreón de vinagre
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- Una patata hermosa
- Sal
- Pimienta
En un bol amplio colocamos las especias, los ajos, el chorreón de vinagre, el vino blanco, el aceite y una pizca de sal, salaremos las alitas y las patatas después.
Batimos el adobo hasta que todo quede perfectamente mezclado
Ponemos las alitas, removemos bien, tapamos con papel film y dejamos macerar durante al menos una hora, pero tampoco pasa nada si lo dejamos de un día para otro. Tomarán más sabor.
Pelamos y cortamos la patatas en rodajas de aproximadamente 1 centímetro de gruesas, salpimentamos y doramos en abundante aceite fuerte. Por dentro deberán quedar crudas.
Cuando estén doradas por ambos lados, las colocamos, bien escurridas de aceite, en una fuente de horno. Sobre ellas ponemos unas cucharadas del líquido del adobo.
Sobre las patatas colocamos las alitas que igualmente salpimentaremos y regaremos generosamente con el líquido del adobo y los ajos que nos servirá de salsa una vez haya reducido en el horno.
Asamos en el horno precalentado a 200 grados durante aproximadamente unos 20 minutos con calor arriba y abajo y el ventilador (si el horno lo tiene).
En ese tiempo quedarán tiernas, jugosas y doradas. Emplatamos y servimos.
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