Esta es una tosta tan sencilla como apetitosa, la sirven con bastante buen criterio el bodegas Rivas de las que ya hablé en otra entrada dedicada a las tabernas que sirven vermut de grifo un hábito muy recomendable y saludable para los fines de semana.
- Pan de chapata o mejor de hogaza
- Queso cabrales, (mejor si es auténtico con D.O.)
- Salmón ahumado
- Pimentón dulce
- Aceite de Oliva Virgen Extra
Lo primero es cortar unas rebanadas grandes, amplias, aunque no demasiado gruesas, tampoco se trata de comer sólo pan, y tostarlas en el horno, o en una tostadora plana, que tampoco quedan nada mal.
Lo siguiente es extender una capa generosa del cabrales que habremos sacado con bastante anterioridad de la nevera, primero para que sea más fácil de untar , y segundo para que recupere todo su sabor. Los quesos si se consumen en poco tiempo es mejor tenerlos en una quesera, el frio los endurece y les resta textura y sabor, tardarán más de media hora en recuperar su aspecto y sabor original.
Para terminar colocamos encima una loncha de salmón ahumado, espolvoreamos con pimentón dulce y regamos con un chorreón de aceite de oliva virgen extra ( a ser posible). bon appetit
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