El flamenquín es un plato de origen andujareño, que se ha hecho típico en toda Córdoba. Recibió el nombre por su color, rubio como los flamencos que llegaron acompañando al emperador Carlos V.
La receta original del flamenquín fue creada en el año 1939, en la
cocina del bar de D. Manuel Gavilán Mena "Manolo". Manolo dejaba macerar en vino blanco seco los filetes de lomo de cerdo una hora o más antes de utilizarlos. Y así
es como se siguen comiendo los flamenquines en Andújar, todavía hoy en
cualquier bar o terraza, con ese gusto a fino de la tierra.
Ingredientes:
- Filetes de lomo o jamón de cerdo muy finos, pero extendidos.
- Lonchas de jamón serrano
- Aceite de oliva virgen extra
- Vino blanco seco (fino a ser posible)
- 1 huevo
- Ajo y perejil
- Pan rallado
- Sal
Extendemos los filetes con una maza para que se rompa la fibra y nos queden tiernos y lo más fino y extendidos posible.
A continuación preparamos un aliño con la sal, los ajos y el perejil que machacaremos en un mortero y los y añadiremos el vino blanco.
Extendemos este majado sobre la cara interior de cada filete dejándolos que tomen el aliño durante 40 minutos aproximadamente.
Una vez los filetes han tomado el aliño, ponemos una loncha de jamón finito encima de cada uno cortada el tiras de forma que cubran todo el filete, pero sin que sobresalga por los bordes.
Y lo enrollamos...
Una vez tenemos los flamenquines o rollitos, debemos empanarlos, es
decir, primero lo pasamos por huevo batido, que tengamos en un plato
Y después por el pan rallado, que también estará en otro plato.
Y los freímos en aceite a fuego medio, conviene que el filete de cerdo se haga bien desde la parte de fuera hasta su interior sin que se tueste mucho la capa del pan rallado.
Y ya los tenemos listos para comerlos...
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